¡No teman! Teorías Vanspleinianas se vuelve texto, por un par de días. Las condiciones del tiempo me prohíben dibujar, pero volveré y seré uno solo, con el viento.
- ¿Qué le pasa a los Kadhe, que no pueden dibujar? -Preguntó el capitán Stramvl mientras se teñía el pelo de verde agua.
- Los Kadhe son flores que cantan, puertas con candados de fuego en sus manos, pasto en la ciudad. Mi señor, los Kadhe, nunca podrán dibujar. -Contestó Jim desde el baño asomando la cabeza.
- Mirá Jim, yo los haré hablar, cueste lo que cueste los haré dibujar. -El capitán se terminó de teñir el pelo, caminó unos pasos, empujó a Jim y abrió la puerta del ropero.- Ahí está Jim, miralo: joven, indefenso. ¡Un picaporte que baila en el desierto! Vení acá pequeño cuento; Kadhe del mar y del cielo, vení acá.
El pequeño Khade rompió el silencio y con la punta de sus dedos un alfabeto dibujó en la mejilla del capitán.
- Ahí está Jim, ahí está...- dijo el capitán- ¡El alfabeto! Éste nos va a guiar a un mejor lugar, a un tesoro nuevo con mujeres de Teirlán.
El capitán dio unos pasos y
murió en un lugar, lejos del hogar...
Jim le cortó las mejillas
para el alfabeto recordar.
-¡Oh mi capitán!
¡Yo te voy a recordar!-
V.V.
Dale, Vint, volvé. Te extrañamos!
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