Para extraer esos clavos
tan mal clavados.
Esa pasión enfermiza,
letras que caen del cielo
como hilos de papeles
con muchos colores,
firuletes.
Un gato oscuro toce,
salta de techo en techo,
pisa las tejas frías,
y cae.
La cortadora de césped,
los viejos dialogando
¡puedo verlos! la luna.
y un hijo tan lejos.
Esos morochos,
ojos
dorados
piel...
El invierno que se va,
trae vientos marcianos,
sí, como los que tanto
describió Ray.
Son vientos visibles,
podemos tocarlos, masticarlos,
el calor que nos derrite,
una fragancia anaranjada.
Es una época especial
¡tan adecuada y necesaria!
para salir en busca,
de un remedio,
para
melancólicos.
A Ray Bradbury y sus historias que colonizaron mi alma,
tanto como alguna vez conquistaron Marte.
V.V.
Muy bueno Vint, seguí así
ResponderBorrarPD: quisiera tener más correspondecia con vos, ¿o ya olvidaste a un viejo amigo?