¿Postre?

Vint fue al super y compró siluetas enlatadas.
Vint fue a la farmacia y compró saliva de vikingo.
Vint fue al mecánico y compró tuerquitas de chocolate.
Vint fue al urólogo y le creció 3 cm desde la última vez.
Vint fue al correo y estaba cerrado.
Vint fue al shopping y sacó humo de la galera.
Vint fue al cirujano y se ganó una promo en lenceria erótica.
Vint fue al asilo de ancianos y se acostó a dormir en sábanas de adoquín.
Vint fue al sótano a respirar.
Vint fue al hospital a pedir dos días más.
Vint fue al cajón.


Pero sólo por hoy.




 - Caballeros y damas, caballos y camas.- Decía el joven arlequín.- Hoy vamos a presentarles a un individuo ¡¡MA RA VI LLO SO!! Desde el lejano lejos les presentamos al extraño, misterioso y bienaventurado ¡¡¡Vint Vannnnssssspleinnn!!!
La gente se paró sobre las mesas y aplaudían, algunos se quitaban el sombrero, las camas reían a carcajadas. El arlequin continuó:
 - Miren, ADMIREN a este... ¡a él!, ¿algunas palabras para tu público Vint? (...)(¿?) ¡NO! observen como mira por debajo del sombrero, miren las siluetas que lo rodean y al fin fue capturado. Esta imagen señores y señoras, esta imagen es la imagen de un genio. Pero de un genio que no vive, está muerto, sin alma. Usted, señor, ¿qué está comiendo?
 - Espagueti de fracaso.- Dijo el gordo. 
 - ¡Espagueti de fracaso! ¡arrójeselo!
PLAF, espagueti en toda la cara de Vint.
 - ¿Usted señora? ¿y usted caballo? ¿y usted cama? ARROJEN ARROJEN ARROJEN toda toda la comida del lugar.
PLAF PLAF PLAF, Las manchas devoraban a Vint.
 - ¡Ahí va una torta de angustia!- dijo la lady, y le pegó a Vint en el pecho.
 - ¡Ahí va un bife de tristeza! - dijo el monsieur, y le arrancó los dientes de un golpe.
 - ¡Comete está calabaza depresiva! - gritó el señor de la esquina.
Zanahorias de culpa en la cabeza, tomates dolorosos en una pierna, lechugas de pena en la espalda...
 - ¡Vamos, vamos! - decía el joven arlequín - con todas sus fuerzas, ¡VAMOS!
La comida no paraba de caer sobre el cuerpo inerte de Vint: arroz del desconsuelo, vacío de vacío, vino de locura, milanesa de aflicción, pizza de frustración...
 En un momento alguien gritó:
¡Vint! ¡chupate este whisky de melancolía PUTO! - y el whisky salió disparado a velocidades extremas a los ojos de Vint que hasta ese momento no había tenido reacción. Todos quedaron callados y miraron mal al que se lo había tirado. 
 Los ojos de Vint se pusieron rojos y empezaron a caer lágrimas sobre sus mejillas, muchas, no paraban de caer. El arlequín miró rojo de enojo al que había arrojado el whisky.
 - No respetaste las normas,- gruñó el arlequín- ECHENLÓ.
 Todos comenzaron a gritar: ¡e chen ló! ¡e chen ló! ¡e chen ló! y lo sacaron a patadas por la puerta con el vaso de whisky en la mano. Cuando volvieron a entrar, Vint seguía llorando.
 El arlequín lo contempló preocupado, también se le escaparon unas lágrimas, miró a la multitud y dijo seriamente:
 - No quiero que se repita.
 Y cerró bruscamente el telón.


V.V.